El valor, el deseo y el poder son temáticas que se juegan, tanto en una cancha como en otra cancha. Y es así como se relacionan entre sí. Por ejemplo, astrológicamente, el poder y el deseo están directamente relacionados al dinero que recibes por herencia o aporte de alguien más, algún tipo de sociedad o inversión.
El valor económico y los bienes que alguien “tiene” o que alguien “posee”, por otro lado, se vinculan al merecimiento y al valor personal. Así es: el flujo económico que permites existir en tu vida, también refleja tu flujo creativo, poder personal y tu estado interno de confianza en tu valor personal.
Este mes se cumple un año desde que compartí con un grupo de entusiastas mujeres y hombres los caminos para modular estos flujos, al generar la abundancia que deseas y mereces en la clase maestra “Dinero, Sexualidad y Amor”. Fue una experiencia inolvidable que ha capitalizado en las historias de cada uno de los participantes, que aún está disponible para ustedes.
¿Te has preguntado qué relación tienes tú con el deseo? Una de las creencias limitantes que en mi historia personal rompí muy temprano fue la de “no merezco lo que deseo”. Incluso, en el fondo era “no merezco desear”.
Iba por la vida insegura, escondiéndome y negando lo que en verdad quería. Internamente me comparaba y sentía frustración. En el fodo, detestaba Detestaba a todas esas personas que, al parecer, sí podían hacer sus sueños realidad y tener vidas abundantes.
Algunas experiencias del pasado me habían confirmado que era mejor no desear nada concreto, “desapegarme” de todo deseo porque podía ser mundano y frívolo. Hasta que me di cuenta que la mayor experiencia “espiritual” que venimos a experimentar es absolutamente mundana.
Así comprendí que había sido para mí mucho más cómodo accionar en base a: “no sé lo que deseo”, que elegir desear algo (o muchas cosas) y hacerlas realidad. Entonces, cuando llegué a eso fue que todo comenzó a cambiar. Me dije que sí.
Te lo cuento todo en la clase maestra “Dinero, Sexualidad y Amor”.